Los rebeldes armados que controlan la mitad de Haití amenazaron con atacar la capital en cualquier momento, mientras fuerzas estadounidenses ayudan a los extranjeros a abandonar el país.
"El ataque es inminente y le pido a la población que se quede en casa cuando ataquemos Puerto Príncipe", dijo el líder rebelde Guy Philippe a la radio local desde Cap Haitien, la segunda ciudad en importancia de Haití, que fue tomada por los rebeldes la semana pasada.
"Aconsejo al presidente (Jean-Bertrand) Aristide que abandone el palacio nacional", dijo el rebelde.
Una caravana de autobuses con familiares del personal diplomático, empleados de organizaciones caritativas y un huérfano haitiano que va a reunirse con su nueva familia en España salió de las instalaciones de la ONU en Puerto Príncipe.
Las calles de Puerto Príncipe, repletas de basura, estaban bloqueadas con barricadas antes del ataque previsto de los rebeldes.
Extranjeros y haitianos se agolpaban en el aeropuerto para huir, ante el temor de que se suspendan los vuelos.
La Guardia Costera estadounidense informó que unos 500 haitianos estaban detenidos en varios barcos en alta mar, señal de una inminente oleada de refugiados.