Los estadounidenses abandonaron Haití, mientras la policía huye de los puestos de seguridad en una creciente rebelión contra el gobierno del presidente Jean-Bertrand Aristide.
Estados Unidos instó el jueves a más de 20,000 norteamericanos a dejar la nación caribeña.
Atemorizada por la situación, la policía desatendieron el jueves los puestos de seguridad en la ciudad de Fort Liberte, al norte del país, de acuerdo con testigos entrevistados telefónicamente. No se veían rebeldes en el área.
Los insurgentes incendiaron la comisaría de Ouanaminthe, al noreste del país, según informes de radios locales.
Mientras tanto, el líder de varios grupos rebeldes, Guy Philippe, dijo que planea atacar Cap-Haitien, la única ciudad importante del norte que aún permanece bajo el control del gobierno.
Philippe se desempeñó como jefe policial de Aristide en Cap-Haitien, pero huyó del país en el 2002, en medio de acusaciones de que impulsaba un golpe.
Los últimos hechos de violencia tuvieron lugar mientras Aristide y líderes de la oposición expresaron que no aceptarán fácilmente un plan político, apoyado por una amplia gama de países, que Estados Unidos les presentará el viernes.
El plan pide que un consejo de gobierno interino aconseje a Aristide, insta al desarme, y a la designación de un primer ministro respaldado por los partidarios del gobierno como por los opositores.