El tenista suizo Roger Federer no ha hecho las cosas tan mal desde que está solo.
Después de separarse de su entrenador en diciembre, llegó a lo más alto del ranking mundial, y en el camino ganó su segundo título de Grand Slam.
Entonces, ¿por qué cambiar la fórmula ganadora? No es que el solitario suizo, que el mes pasado ganó su primer título en el Abierto de Australia, cree que no necesita un entrenador, lo que pasa es que está preparado para esperar la llegada de la persona indicada. Federer quiere que sea la persona indicada la que ocupe ese puesto. "Tengo que estar solo con el hombre", dijo Federer a Reuters en una entrevista durante el torneo en Rotterdam.