Yo quiero modestamente tirarle la primera piedra a la devaluada organización de este Carnaval capitalino 2006, con el siguiente estudio crítico - Susceptibles a futuras ampliaciones -. Que he intitulado: La comparsa de los huevos largos.
Un examen comparativo de los carnavales celebrados en la ciudad de Panamá, desde 1947 a 2005 conduce a una primera, importante conclusión: Todos los carros alegóricos, comparsas y morisquetos han paseadose única y exclusivamente por la avenida central. Y como verán no se trata de ornato, caprichos ni de posibles borrachos ahogados en el mar.
La segunda nefasta conclusión, es la aterradora falta de conocimiento acústico de estos atrevidos, que ignoran que los primeros carnavales del Istmo fueron apreciados, copiados y envidiados por los famosos y estridentes desfile de New Orleáns: Canal Street y Basing Street. Precisamente porque las calles estrechas y los edificios de la Avenida Central a cada lado del desfile, le daban un sonido especialísimo. No así la contaminada Avenida Balboa en donde por más fuerte que se grite: ¡Pescao!, el efecto se perdería por la falta de paredones.
De la tercera conclusión luego de analizar cuidadosamente el contenido de carnaval, tras carnaval, hay que decir y resaltar el soberano desprecio y poco valor que le dan a las comparsas nacionales año tras año, mientras que a orquestas y artistas internacionales totalmente obsoletos los premian abundantemente.
La cuarta conclusión es que tras la aparición de la "Patria Nueva", han empezado terribles amagos de cambiar las cosas buenas que nos quedan en Panamá: El día del niño... se rumora el cambio del nombre de Portobelo, el agua será más cara que el seco, se mencionan impuestos por respirar, se dice que el águila actual se va del escudo y que se decretará la muerte de los "talingos". Lo único positivo de todo este entuerto, es la sorna que nos hace olvidar el mal gobierno y eso que no ha empezado aún la crítica pesada, que inundará con doctas exposiciones sobre el tema, los suplementos literarios y las revistas culturales del país, con el rostro de una de las organizadoras, no así de propia la reina del carnaval. Pero eso será tema de asuntos más ambiciosos.