El ministro italiano para las Reformas, Roberto Calderoli, que lució en televisión una camiseta estampada con una de las polémicas caricaturas de Mahoma, presentó su dimisión tras las protestas de ayer ante el consulado de Italia en Bengasi (Libia), en las que murieron once manifestantes.
El ministro, miembro de la federalista Liga Norte, dijo que renunciaba al cargo "por sentido de la responsabilidad", después de que buena parte del mundo político italiano le culpara del asalto al consulado en Libia por su gesto ante las cámaras y por sus belicosas manifestaciones contra el Islam.