Después de más un centenar de muertes en los últimos 10 años y constantes protestas virulentas, por las pésimas condiciones de inseguridad que tradicionalmente existió en la industria de la construcción, el gobierno por fin se atrevió a dar el paso decisivo de promulgar un reglamento que regulará la Seguridad, Salud e Higiene en esta actividad.
En los últimos días todos fuimos testigos de injustificadas acciones de violencia en las calles, pero parece ser que las protestas fueron el "empujón" que necesitaba el gobierno para crear este marco legal, que en el futuro deberá velar por el bienestar de los trabajadores de este sector.
Con esta nueva norma la sociedad panameña espera que no vuelvan a repetirse las dantescas imágenes de obreros mutilados, aplastados en el suelo o enterrados vivos en los subterráneos de los nuevos proyectos de rascacielos que adelanta la pujante industria del acero y cemento.
Un elemento rescatable es que se prevé la constitución de los "Comités de Seguridad" en cada proyecto inmobiliario, tanto en los que son promovidos por empresas privadas como los que desarrolla el sector público.
Esperemos que en los siguientes 30 días, establecidos para su implementación, este reglamento cambie de una vez, por todas, la negra leyenda de muerte que siempre estuvo ligado a esta actividad económica, que con el boom inmobiliario está en franco crecimiento y se ha convertido en importante fuente de empleos.
Sólo queda exhortar a todas las partes que pongan sus mejores empeños en la aplicación estricta del reglamento.
¡De la fidelidad y el fiel cumplimiento del espíritu de esta nueva ley dependerá su éxito y el bienestar de las familias panameñas que dependen de esta industria!.