La liturgia de la palabra del día de hoy nos presenta una serie de ideas y recomendaciones que Dios nos quiere dar para que nosotros Viva, Crítica en Líneamos este tiempo con un corazón abierto al perdón, al amor al prójimo y a reconocer la presencia de Dios nuestro padre en su hijo Jesucristo, en los hermanos, en la naturaleza y en nosotros mismos.
La transfiguración es una palabra de ánimo, pues en ella se manifiesta la gloria de Jesús. Su propósito es el de acrecentar la fe de sus discípulos, pues éstos estaban desanimados después de escuchar el anuncio de la pasión y conocer las consecuencias de su seguimiento. A través de la contemplación de Jesús, y su victoria sobre la muerte, los discípulos podrán asumir todas las exigencias que lleva consigo ser discípulos y seguidores de Cristo. Este relato nos manifiesta también ese ánimo, perseverancia, fortaleza que debemos tener como discípulos de Cristo hoy.
Una palabra fundamental en este texto es la expresión que Dios les dirige a los discípulos: "escuchadlo", es ver cómo la transfiguración del Hijo representa el anticipo de lo que seremos. La semilla de la gloria divina comienza a germinar en nosotros cuando decidimos realmente "escucharlo' a Él y cumplir su palabra, este cumplimiento se hace con la fidelidad que debemos tener a la buena noticia como se expresa hoy en la liturgia de la palabra en la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.