Sólo faltan semanas para el inicio del año escolar 2005 y el hecho de que exista en el ambiente, temas tan conflictivos como las recientes reformas tributarias y las próximas de la ley orgánica de la Caja de Seguro Social, no hay duda que será un nuevo período de protestas.
Será inevitable las protestas estudiantiles en las calles y también, la represión de parte de las fuerzas policiales. Es lógico esperarlo, ya que los mismos expertos en educación reconocen que por su propia naturaleza, la escuela es generadora de violencia.
Este hecho, según el director general de la UNESCO en Brasil, Jorge Werthein, hace necesario que sea comprendido por las autoridades. Por lo tanto, la Policía necesitaría ser mejor capacitada en temas de juventud, para que puedan adoptar posturas preventivas, más que represivas.
Pero, más allá del ambiente agresivo que se pueda crear, de las incomodidades por el cierre de calles y avenidas, está el efecto en la calidad de la educación. Para los expertos, existe una relación directa entre el alto nivel de violencia y la baja calidad de la educación.
En Brasil, por ejemplo, con la aplicación de un programa especial, bajaron entre el 40 y el 80 por ciento, los hechos de violencia física, verbal, los hurtos y la destrucción de los colegios.
Los Ministerios de Educación y de Gobierno y Justicia, tendrán por lo tanto, que invertir más en prevención de la violencia escolar. El Banco Mundial, ha comprobado que por cada dólar que se invierte en medidas para prevenir la violencia escolar, tendrían que gastarse siete en represión para obtener el mismo efecto.