Unas pruebas genéticas dadas a conocer el lunes confirmaron que un niño de tres meses encontrado en medio de los escombros dejados por el tsunami del 26 de diciembre en Sri Lanka le pertenece a la pareja que durante semanas ha luchado por tenerlo.
Las pruebas pusieron fin a ocho semanas de incertidumbre y drama en torno al menor, quien se convirtió en un símbolo de las familias separadas por la tragedia. Otras ocho parejas habían dicho inicialmente que eran sus padres, pero ninguna de ellas buscó confirmar ante la ley sus afirmaciones.
El confirmar la identidad del "bebé 81", así llamado por que fue la víctima número 81 del tsunami en ser internada en cierto hospital, presenta una luz de esperanzas en medio de un desastre que dejó cientos de miles de niños muertos y a varios miles como huérfanos, a consecuencia de las olas gigantes que barrieron las costas de 11 naciones en Asia y Africa.
El número total de muertos llegó el lunes a 167.000, con la mayor parte de las víctimas en la provincia indonesia de Aceh.
Las secuelas del maremoto de magnitud 9,0 continúan sacudiendo la región, y algunas de ellas son lo suficientemente potentes como para generar el pánico.
Dos sismos sacudieron ayer Aceh moviendo los edificios de la capital provincial, sin que se informara sobre daños. Uno de los movimientos, ocurrido en el lecho marino, tuvo una magnitud de 5,6, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, que no tenía datos inmediatos sobre el otro.
Luego del anuncio realizado en una corta de Sri Lanka, los padres del Bebé 81, Jenita y Murugupillai Jeyarajah, dieron un paso más en el proceso de recuperación de su hijo.
El niño, llamado Abilass y nacido el 19 de octubre, fue arrancado de los brazos de su madre durante el tsunami.
