La amistad las unió hasta la muerte. Vielka Argelis Rodríguez y Holanda Martínez, dos mujeres trabajadoras que de lunes a sábado se iban juntas hasta una parada de buses en la vía España, fueron asesinadas producto-aparentemente- de un robo de tres mil dólares.
Ambas trabajaban en el local "Grand Deli Gourment", en Obarrio, y su hora de salida era las 6: 00 p.m. Ese sábado, Holanda, quien tenía tres meses de embarazo y un año de casada, llamó a su madre en la tarde y le dijo que saldría tarde porque tenía que hacerle la caja a Vielka. Ella también llamó a su esposo a las 2: 00 de la tarde y le dijo que después del trabajo iba para donde sus padres, por eso él pensó que se había quedado donde ellos.
En el reloj de marcar de la empresa quedó evidencia de que marcaron a las 6: 33 p.m., pero la alarma de seguridad del local no se activó, informó Wilfredo Hurtado, Jefe de Investigaciones de la PTJ.
Se presume que las mujeres fueron obligadas a entregar el dinero y las sacaron por la parte trasera del establecimiento.
Otra tesis que se maneja es que los sujetos pudieron haberse escondido dentro del local para cometer el hecho.
Hubo forcejeo. Una de ellas perdió los zapatos que quedaron tirados en el piso del local.
Las subieron a un carro y las llevaron hasta el Corredor Sur, a 700 metros después de la entrada de Llano Bonito; las ejecutaron-se presume que varios sujetos-porque fueron atadas y amordazadas.
Vielka Rodríguez recibió un balazo en el costado izquierdo y otro en la cadera; Holanda tenía un disparo en la espalda, sin salida. En el lugar del crimen se encontraron tres casquillos de pistola.
La última persona del local que las vio fue Ezequiel Puga, seguridad, quien declaró que él salió con ellas y cada uno se fue por su lado. Sin embargo, esa versión es investigada porque dentro del local se robaron 3 mil dólares sin usar la fuerza. Puga está detenido bajo investigación.
Juan Rodríguez, padre de Vielka, con lágrimas en los ojos manifestó que su hija siempre le tuvo miedo a los maleantes y que a diario su esposo la esperaba en la parada.
Días antes le había dicho que iba a comprar una casa cerca de él para estar más juntos. Holanda tenía cuatro años de trabajar en el local y Vielka unos dos años.
Sus familiares esperan que los causantes de esta desgracia sean capturados.