El seguridad del local donde laboraban las asesinadas Vielka Argelis Rodríguez y Holanda Martínez, permanece detenido. La PTJ piensa que el robo fue el móvil del crimen. Holanda, quien tenía tres meses de embarazo y un año de casada, llamó a su madre la tarde del sábado para decirle que saldría tarde porque tenía que hacerle la caja a Vielka. Ambas salieron a las 6: 33 p.m. Posiblemente las mujeres fueron obligadas a entregar el dinero y las sacaron por la parte trasera del establecimiento, porque nunca llegaron a su destino. Fueron asesinadas a tiros y abandonadas en una de las salidas del Corredor Sur, cerca de Llano Bonito. Ezequiel Puga, seguridad del local, declaró que salió con ellas y cada uno se fue por su lado.