Los pelícanos revoloteaban sobre la barriga de una persona de generales desconocidas que flotaba la tarde de ayer sobre la bahía de Panamá, cerca al Club de Yates y Pesca.
Dos empleados del club divisaron el cadáver y avisaron a la Policía. Se trataba de un hombre blanco, de cabellos lacios, de 1.60 m de estatura, cuyo cuerpo estaba quemado por el sol. Vestía un pantalón jean azul, calzaba una sola zapatilla blanca en el pie derecho con una media roja. Tenía tatuado en el hombro derecho la imagen de Jesucristo.