Hablamos del incidente de la tajada de sandía, ocurrido en abril de 1856, cuando un pariteño, reclamó a un soldado norteamericano el pago de una tajada de la refrescante fruta veraniega y éste se negó a hacerlo.
Desde entonces este episodio es de obligado estudio por quienes siguen nuestra historia.
LLEGO SU TIEMPO
Nuestros campos, especialmente en Azuero, en estos días se ven salpicados por los diversos tonos de verdes indicativo de que las sandías están listas para ser cosechadas.
Y desde esos campos la fruta llega a las urbes para tomarse las calles, convirtiéndose en el deleite de los consumidores, que agobiados por el calor veraniego encuentran en ella una manera natural y sana de calmar su sed.
ORIGEN Y VARIEDADES
Originaria del Africa tropical, se cree que su cultivo se remonta desde hace siglos a la ribera del Nilo, desde donde se extendió a numerosas regiones del Mediterráneo.
Los pobladores europeos fueron quienes la llevaron hasta América, donde su cultivo se extendió por todo el continente.
Se tiene constancia de más de cincuenta variedades de sandía, que se clasifican en función de la forma de sus frutos, el color de la pulpa, el color de la piel, el peso, el período de maduración, etc.
VALOR NUTRITIVO Y MEDICINAL
Constituida básicamente por agua, en un 93% la sandía es poco lo que puede ofrecer para nutrir el cuerpo, pero ello es compensado al presentarse como una excelente manera natural de hidratar al sistema, sin tener que recurrir a bebidas artificiales y gaseosas, en especial durante esta época seca.
Otros indican que masticar sus semillas es bueno para la salud de la próstata.
Mientras que para aprovecharla al máximo, debe ser tomada en ayunas o fuera de las comidas, ya que al ser prácticamente agua, tiende a fermentar si la tomamos como postre.
PERSPECTIVAS INTERNACIONALES
Como establecimos anticipadamante, los mayores cultivos de esta fruta se dan en Europa Mediterránea, donde ha tenido un dramático desarrollo, especialmente en sus prácticas de cultivo. Esto debido a la exigencia del mercado internacional de nuevas variedades adicionales a las casi 50 ya existentes. Esto ha significado una revolución en su cultivo, que ha ido desde la utilización del plástico hasta el injerto, para abastecer a un mercado que cada vez exige más.