En el Parque Amelia Denis de Icaza, de El Chorrillo, se viene registrando un cambio desde hace tres años cuando un hombre lleno de mucho optimismo y pocos recursos se aventuró en ese barrio tumultuoso en busca de un sueño.
"Cuando llegamos en el 2004, nos encontramos con un complejo prácticamente vandalizado y con sectores que eran muy difíciles de ser manejados, pero luego de un trabajo arduo las cosas han mejorado", dijo Antonín Aizpurúa, el administrador del campo deportivo.
Los días en que los jóvenes lo miraban con recelo y no tenían confianza, es cosa del pasado, y ha logrado reunir a un equipo de trabajo que lo apoya en esta empresa quijotesca. Ahora, algunos ex pandilleros y niños juegan juntos fútbol, baloncesto y béisbol.
"Contamos con dos modernas canchas sintéticas, que costaron 200 mil dólares, donde los jóvenes y niños de este barrio populoso practican su deporte favorito", subrayó.
DEPORTE VS. VIOLENCIA
Este santanero de nacimiento, pero chorrillero de corazón, también trabaja en el programa deportivo Vacaciones Felices 2008, que reúne a más de 400 niños y jóvenes, y que es punta de lanza para hacerle frente a los actos de violencia y pandillerismo que sufre este barrio. "Lo que buscamos es ofrecerles a los jóvenes una opción sana que les permita salir del círculo de violencia que agobia a este vecindario, donde los buenos somos más que los malos", expresó.
UN LEGADO DE PIONEROS
Este espíritu de servicio que despliega con mucho optimismo Aizpurúa, es un legado de personalidades que sentaron las bases para consolidar el trabajo de ligas menores en otros barrios vecinos como Calidonia y San Felipe.
"Tengo en mi memoria a dirigentes de mucha valía que dejaron una herencia social como "El Ñato" Rodríguez, Adbiel Acosta y la Señora "Betty", sostuvo.
RECIBEN APOYO
Actualmente, la presencia de la ronda policial es más notoria en los alrededores del vecindario.
"Hemos recibido el apoyo del subcomisionado Rigoberto Feuillebois, jefe de la Zona Metropolitana, quien nos aseguró una ronda para evitar más hechos lamentables", agregó.
Pero aún así, Aizpurúa no se duerme en los laureles, porque es consciente de que aún hay mucho trabajo por hacer.
"Queremos que los nuevos dirigentes del complejo deportivo sean los mismos jóvenes chorrilleros, porque ellos están demostrando su capacidad de trabajo con el programa Vacaciones Felices", puntualizó.