El Primer Ministro de Israel, Ehud Olmert, declaró ayer un cese unilateral al fuego, tras tres semanas de invasión a la Franja de Gaza que dejaron como resultado 1,193 muertos, entre los que se cuentan 410 niños y 108 mujeres.
Otras 5,300 personas resultaron heridas en los bombardeos israelíes a los territorios palestinos, incluyendo 1,600 niños.
Por el lado de Israel, 13 personas murieron, 10 de ellos soldados.
Según Israel, fue exitosa la operación militar para minar la capacidad de la organización militante palestina Hamas de realizar ataques con cohetes a territorio israelí.
Sin embargo, expetos han advertido que al mismo tiempo podrían haber incentivado el odio de toda una nueva generación de futuros extremistas islámicos, y acabado con la posibilidad a corto plazo de concertar la paz entre Israel y Palestinos.