Buscando otros espacios de comercialización, artesanos de la provincia de Coclé se están instalando en la ciudad de Chitré para ofrecer los tradicionales sombreros típicos y aprovechan el constante movimiento que se da en esta región del país.
"Este elemento folclórico es muy buscado en Chitré y comunidades aledañas", aseguraron los artesanos, quienes consideran que Coclé es la cuna del sombrero pintado, porque en este lugar muchas personas se dedican a la confección de este elemento y la competencia es muy amplia.
Afirmaron que los precios de producción han ido en aumento y ahora existen muchos intermediarios para conseguir la materia prima para elaborar un sombrero y luego comercializarlo, por lo que buscan la forma de venderlos directamente, para obtener mejores ganancias.
Alex Tuñón, artesano de Coclé, que durante 20 años se ha dedicado a la confección y venta del sombrero, dijo que muchos de ellos han optado por salir de su provincia natal a vender este producto, porque un buen número de coclesanos viven de esta actividad y es necesario ampliar el mercado.
Aseguro que en Chitré hay un buen espacio para la comercialización, porque es un punto de tránsito obligatorio en la región de Azuero en el que diariamente hay mucha concentración de visitantes, y esto les permite brindar los sombreros a un mayor número de personas.
Relató que su familia se ha dedicado durante muchos años a tejer sombreros, desde la época en que el sombrero costaba dos pesos o sea B/. 2.00, y actualmente es una herencia que han aprendido de una generación a otra, para ganarse la vida y obtener el sustento diario.
Reiteró que ahora están ampliando horizontes en busca de mejores ventas. Por el momento, hay cuatro artesanos coclesanos en Chitré y uno en la ciudad de Las Tablas, afirman que en esta región se conservan mucho las tradiciones y todavía el sombrero tiene un lugar importante en el atuendo popular.
Tuñón comentó que a sus puestos de venta llegan muchos campesinos de comunidades cercanas, agricultores y productores a buscar su sombrero, pero el mercado es tan amplio que también se acercan mujeres, niños de conjuntos típicos, además de los turistas que pasan constantemente por esta zona.
Los artesanos declararon que los clientes buscan más el "Sombrero Pintado" de nueve vueltas, que es el más común y uno de los más baratos, ya que su precio está entre B/. 30 y B/. 35.00, aseguran que también atienden pedidos al gusto de las personas que prefieren un sombrero con el ala más amplia.
Manifestaron que aunque el sombrero pintado es la especialidad de los artesanos coclesanos también se han desarrollado variantes como el sombrero blanco, es decir los quimboles, pepitas de guates, entre otros. Los precios oscilan entre B/. 6.00 el de faena, hasta B/. 250.00 el que lleva de 18 a 20 vueltas.
Los sombreros son confeccionados con "cogoyos" y la llamada "Chonta, que es una penca que se consigue en las montañas coclesanas, y sigue todo un proceso desde lavar y cocinar la materia prima para obtener un color bien blanco hasta el secado que es de vital importancia.
Detallaron que el tiempo de confección depende de las vueltas que lleve y el estilo que se esté trabajando; así un sombrero "nuevero" puede demorar unos quince días si se toma en cuenta que los artesanos también desempeñan otras labores dentro del hogar y en las faenas del campo.
Mientras que el proceso de un fino puede durar de 20 a 30 días de acuerdo al tiempo que se le dedique para obtener un acabado de calidad con los elementos propios de la tradición y el folclor panameño.