Todas las frutas en general poseen un alto contenido de agua, pero estas dos en concreto pueden estimular a los riñones y hacer que funcionen normalmente con más eficiencia.
Esta es una de las razones principales por las que se hacen especialmente recomendables en las épocas de verano, ya que es en estos días en los que debido a la sudoración excesiva el cuerpo pierde más líquido.
PROPIEDADES ANTIESTRES
La agitada vida moderna es el principal causante del estrés continuo que sufrimos.
Pero ¿sabías que la fruta es un alimento que la combate eficazmente? En esos estados carenciales, el cuerpo necesita más que nunca los nutrimientos que con mayor rapidez se asimilan, y tres de los más importantes los aportan estas frutas:
Vitamina del complejo B, para utilizar toda tu energía y mantener así un sistema nervioso mucho más sano.
Vitamina C, un excelente ayudante del organismo para prevenir y resistir las infecciones, además de ser el mejor método para acelerar el proceso de cicatrización de las heridas.
Betacarotenos, que es la forma vegetal que tiene la vitamina A y que el cuerpo se encarga de trasformar para su procesamiento.
EL MELON
Con pulpa naranja son los más nutritivos. Una ración de 100 g proporciona más de la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Su contenido en betacarotenos, que se convierten en vitamina A, ambos antioxidantes, hace que sea un eficaz aliado contra el cáncer y padecimientos cardiacos.
Es excelente depurativo y rehidratante. Tiene un alto contenido de agua. Aporta muchos carbohidratos, como sacarosa, pero por su bajo contenido en energía resulta ideal para perder peso.
Calcio, magnesio, potasio y fósforo son otras de sus virtudes para el organismo.
LA SANDIA DEPURA Y ES SACIANTE.
El 96% es agua. El color rosado de su carne se debe al carotinoide licopeno, un componente con una intensa actividad antioxidante y que representa casi un 30% del total de carotenoides en el plasma humano. Es una de las frutas con más aporte de vitamina C. efectos diuréticos y desintoxicantes. Contiene vitaminas A, C, B1, B2 y niacina.
ES POBRE EN GLUCIDOS Y SODIO.
La sandía debe ser pesada y su corteza ceder ligeramente a la presión de los dedos.
Una mancha pálida en la corteza delata sobre qué parte ha descansado el fruto sobre el suelo.
Si falta esta mancha, significa que ha sido cosechado inmaduro.
Un ligero golpe con la palma de la mano ahuecada debe producir un sonido sordo.