Originario de Asia, el melón es un fruto ovalado de piel gruesa. La carne es de color blanco amarillento o verdoso. Los mejores melones los encontramos de junio a septiembre y existe un gran número de variedades que se distinguen por la forma, color, tamaño, carne y época de maduración.
Es aconsejable comer melón en casos de estreñimiento o cuando se tienen cálculos renales.
Se recomienda también en los casos de gota y reumatismo, pero se halla contraindicado para los diabéticos por su contenido en azúcar. Quienes tengan predisposición a sufrir diarrea deben evitar comer melón en exceso.
El melón también posee notables virtudes cosméticas. Su piel se puede pasar por el rostro para refrescarlo y tonificarlo. Los azúcares que lleva el melón estiran y suavizan el cutis, pero al cabo de un rato conviene lavar la cara con agua limpia para eliminar todas las impurezas.
Por otra parte, el melón está incluido en la mayoría de regímenes dietéticos, debido a sus cualidades nutritivas y su bajo contenido calórico.
Es difícil apreciar a simple vista el punto de madurez y sabor del melón. Para comprobar su estado, hay que apretarlo ligeramente por los extremos. Si éstos ceden a la presión, el melón está maduro.