El exmiembro de las Fuerzas de Defensa e integrante del Ejército de Estados Unidos, Julián Melo Sánchez, de 48 años, figura entre las 22 personas que el martes murieron en un ataque suicida perpetrado contra un comedor de la base de Marez, en Mosul, Irak.
El panameño era uno de los 24 hijos del excoronel Julián Melo Borbúa, quien confirmó que ayer personal militar norteamericano le confirmó el deceso.
Melo Sánchez se había graduado en la escuela militar José María Córdoba de Colombia, de la cual egresó como artillero especializado en demolición y explosivos.
Nacido el 7 de octubre de 1956 y criado en el sector de Villa Rica, en Pueblo Nuevo, Melo había dejado las Fuerzas de Defensa, el 9 de abril de 1984. En 1990 se enroló en el ejército norteamericano.
El militar, quien ya había estado en la operación "Tormenta del Desierto", había sido enviado a Irak el 9 de octubre pasado. Su última visita a Panamá fue en marzo, cuando estuvo tres días visitando a sus hermanas.
La noche del 20 de diciembre -pocas horas antes de su muerte- había llamado telefónicamente a su hermana Ivonne, para decirle que estaba bien y que esperaba viajar a Panamá en abril para estar con ella en la fecha de su cumpleaños.
Julián Melo Sánchez pensaba retirarse en septiembre del 2005. Su cadáver -y los de las otras víctimas-, fue trasladado a Alemania y luego será llevado a una base militar en Seattle, donde lo esperan su esposa y su hijo de 19 años.
Sus hermanas esperan la colaboración del gobierno panameño para cubrir algunos costos de pasaportes, porque enfrentan algunos aprietos económicos.