La clave para mejorar en la empresa está en tener confianza en uno mismo. A esto hay que sumarle el ser un buen compañero y cumplir lo prometido. El comportarse como un "pechugón" no suele ser aconsejable si se desea estar a gusto en el trabajo.
Ascender en el trabajo exige un esfuerzo diario que permita destacar sobre la media para así lograr la confianza de los superiores. Ganar puntos con el jefe siempre ha sido necesario en el lugar del trabajo. Pero en el mundo empresarial actual, con sus cambios acelerados, es más importante que nunca.
Pero hay muchas maneras de conseguirlo. La peor es caer en servilismos o estar pendiente siempre de los superiores. El jefe debe pensar que su empleado domina su entorno para así poder otorgar su confianza.
Por ello, si se quiere escalar peldaños en el trabajo, es necesario demostrar la valía en todas las facetas laborales. El esforzarse en las tareas únicamente cuando está presente, le inducirá a pensar que no se trabaja en su ausencia. Así disminuyen las posibilidades de promoción.
Es esencial que quienes tengan la facultad de hacer ascender al empleado conozcan sus cualidades. Pero todo tiene un límite. El trabajador que esté siempre mencionando sus éxitos es probable que alcance tan malos resultados como el que resta valor a sus aciertos. La clave está en el equilibrio. Hay que saber venderse bien pero con mesura y aprovechar las oportunidades que se presenten.
Pero el empleado debe estar muy atento a los mensajes, deseos y necesidades de su jefe. Nadie es tan necesario como para ser irremplazable. En cualquier momento puede aparecer otra persona que ocupe su puesto y ofrezca las mismas o mayores prestaciones. Nada mejor para impedirlo que ser eficaz. Lo importante no es sólo hacer bien las cosas sino saber qué cosas hay que hacer. Un error bastante frecuente es realizar buenos trabajos pero inoportunos.