Las cebollas que vayas a comprar deben estar duras, firmes, apretadas y con su cuello corto. Si su cuello es más bien largo, ya se encuentran brotadas y su sabor ya no será el mismo.
No deben estar húmedas ni tener marcas o manchas en su cáscara. Su piel debe ser bien crujiente.
Para conservarlas, no hace falta colocarlas dentro de la heladera o refrigerador. El lugar ideal debe ser seco, ventilado y en donde no le de la luz solar en forma directa, o pueden empezar a brotarse.
En el caso de haber cortado una cebolla y sólo haber utilizado la mitad, guarde la otra mitad, cubriéndola antes con un plástico, sólo en la cara que has cortado.
LA PREPARACION
No es ningún dilema preparar las cebollas. Esto es muy sencillo y la diversidad de preparaciones que puedes hacer con ellas es notable. Debes saber que es una verdura muy versátil y que soporta todo tipo de recetas. Ya sea como acompañamiento, guarnición o para darle su especial sabor a las comidas.
Siempre conviene tener a mano las variedades más dulces, que no suelen ser fuertes para el paladar, si pretende es consumirlas crudas, por ejemplo, en ensaladas.
