En menos de una semana Gonzalo Higuaín ha realizado lo de siempre, ser el salvador del Real Madrid. Con Florentino o sin Florentino, con Cristiano o sin Cristiano, bajo cualquier circunstancia es el alma del gol en el equipo.
Ayer volvió a hacer de las suyas, como pícaro soñador, este jugador, de historia clásica, de padres argentinos, pero nacido en Francia, podría ser el compañero de travesuras de Henry, pero decidió esperar a que Diegol lo llamara, porque soñaba con vestir la albiceleste.
Pues ayer fue a lo suyo, marcar un gol y salvar al Madrid, que pese a no tener un gran partido salió bien librado del escenario, líder solitario del grupo, casi metido en octavos y, como gran valor agregado, logró lucir nuevamente a su CR9 en el terreno de juego.
Ronaldo dejó una sensación agradable en la afición, sí, fue recibido con aplausos, como era de esperarse, pero de inmediato en la cancha se le vio el hambre del gol, la desesperación del cazador que no encuentra a su presa, y la tuvo cerca, pero el Zúrich dijo que no..
El último partido de liga igual se ganó 1-0, con el mismo artista en el gol. Es que Higuaín sabe cómo y después de tres años en el Bernabéu reconocen su talento, y al final, con empujones o sin ellos, Maradona sabe que tiene un gran jugador para explotar.