Un diputado y su chófer murieron y otras 15 personas, entre ellas dos legisladores, resultaron heridas al explotar una bomba en la sede del Congreso de Filipinas, donde persisten los esfuerzos para destituir a la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo.
El atentado fue perpetrado sólo un minuto después de que concluyera un pleno del Congreso, que reanudó su período de sesiones el pasado 5 de noviembre.
El jefe de la Policía metropolitana agregó que la investigación preliminar apuntaba a que el artefacto fue activado por control remoto.