Las autoridades sanitarias de Nueva Zelanda retuvieron ayer durante una hora en cuarentena a los 223 pasajeros de un vuelo procedente de Corea del Sur, después de que una mujer mostrara síntomas similares a los de la gripe aviar.
Cuando fue examinada por los médicos, éstos determinaron que en realidad padecía una gastroenteritis, que no entraña riesgo alguno.
La tripulación alertó a la torre de control cuando la mujer comenzó a vomitar y lo que obligó a acordonar la zona donde se efectuó el aterrizaje.
Los 223 pasajeros y una decena de tripulantes fueron puestos bajo el protocolo de cuarentena, mientras un médico con un traje especial reconoció a la paciente.