El Estadio "Georgios Karaiskakis", de Atenas, al término de 90' bastante parejos, se sumó a la mala racha del Real Madrid, que en canchas griegas ha jugado siete partidos sin ganar: dos derrotas y, contando el 0-0 con el Olympiakos ayer, cinco empates.
El árbitro eslovaco Lubos Michel fue quien administró justicia en el partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo "C" de la Liga de Campeones.
En los primeros 13', hubo una sola incidencia de riesgo. El atacante brasileño "Robinho", que recibió dentro del área un colosal pase de Sneijder, se perdió el gol cuando tiró el balón al cuerpo de Antonios Nikopolidis.
A los 23' el africano Mahamadou Diarra remató al lateral, un servicio de esquina del holandés Wesley Sneijder al primer palo.
En la jugada siguiente, el árbitro no advirtió una zancadilla de Luciano Galletti, que estaba dentro del área, por lo que era penal. El colegiado Lubos Michel no estuvo en su dí�a.
A los 34' otra vez el madero salvó a Nikopolidis. El balón lo colocó Ruud van Nistelrooy.
En los 53', se la perdió el Olympiakos. El italiano Fabio Cannavaro despejó a medias, pero Lomana Lua Lua controló dentro del área. Su remate pegó en la defensa madridista, aunque descolocó a Luciano Galletti, que se olvidó de darle el puntillazo final.
El portero griego se convirtió en el hombre de la cancha. Robinho perdió en tres o cuatro "mano a mano" con Nikopolidis, que entonado por sus valientes intervenciones contuvo todo cuando le tiraron.
Los últimos veinte minutos del partido se volvieron un vulgar monólogo con los griegos echados sobre su última lí�nea, y olvidados de cruzar la intermedia. Los que comenzaron y los que entraron luego, hicieron todo lo posible para anotar un gol "merengue" pero al final, el equipo de Panagiotis Lemonis sacó el heroico empate.
DATO: LA FIGURA
El portero Antonios Nikopolidis, convertido en un pulpo humano, cuyos tentáculos pararon todo lo que le tiraron, aguantó la metralla "merengue" y, gracias a él, se dio otro 0-0 en Atenas.