Los zapallos, calabazas, melones, pepinos, chayotes y sandías corren el riesgo de ser atacados por la mosca Anathepyha grandis sudamericana.
Las larvas de la mosca se alimentan de la pulpa de las cucurbitáceas que se encuentran en estado maduro, lo que ocasiona que la fruta se caiga del árbol. Luego de esto, se meten como un gusano en la tierra hasta cumplir un ciclo y se transforman en una mosca adulta, que puede dañar todas las cucurbitáceas que estén en la planta.
La "moscamed", como se le conoce, ya afectó a la región de Darién y las áreas de Chepo, específicamente Tortí de Chepo, por lo que el Ministerio de Desarrollo Agropecuario activó un plan de emergencia y tomó medidas para prevenir que la mosca se despliegue hacia otras provincia.
Las medida que se aplica en esta área es una cuarentena que consiste en prohibir el movimiento de frutas infectadas por las moscas, es decir que salgan de las áreas afectadas hacia otros lugares que están limpios, ya que con esto se evita la dispersión de la plaga a otras provincias; además, el MIDA coloca diferentes trampas en las producciones, las que son retiradas cada doce días e investigadas.
Herrera, Los Santos, Veraguas y Coclé son las provincias fuertes en producción de cucurbitáceas, por ello si esas regiones se ven afectadas, habrá serios problemas para exportar hacia el mercado de Los Estados Unidos.
Pablo Rodríguez, ingeniero coordinador del Programa Mosca en las Frutas, señaló que "se ha mantenido conversaciones con el Departamento de Comunicación de los Estados Unidos, ha visitado las áreas afectadas y está de acuerdo con las medidas tomadas por Panamá para erradicar el problema, aunque ellos tienen otras medidas que es revisar las fruta antes de su llegada a el mercado".