El primer regalo que recibe todo bebé recién nacido, es un peluche. Este juguete suele ser con el tiempo el favorito del niño, con el que, incluso, pueden desarrollar afectos y dependencias.
En ocasiones, los padres nos volvemos locos decorando el cuarto de los niños con grandes peluches, pero aunque resulten muy tiernos, éstos tienden a contaminarse rápidamente de múltiples bacterias y demás microorganismos, convirtiéndose en los enemigos de la salud del pequeño, sobre todo, si resulta con alguna alergia.
Las alergias son una tendencia del organismo a reaccionar con respuesta exagerada a algunas sustancias inhaladas, inyectadas, ingeridas o tocadas, las cuales provocan alguna reacción en la mayoría de las personas como rinitis, conjuntivitis, asma bronquial, dermatitis, urticaria, entre otras. Por eso, es recomendable evitar los peluches para los niños alérgicos, aplicando ciertas medidas para que estos juguetitos no afecten la salud de los niños.
A veces es imposible quitarles el objeto preferido de ellos, que en muchos casos lo utilizan para dormirse, por lo que, para no desprenderles de su peluche favorito, usted puede seguir algunos consejos:
- No tener peluches en el cuarto del niño. Si tiene afecto por uno en especial, que éste sea el único que se encuentre dentro del cuarto. Los demás pueden colocarse en algún cuarto de juegos, especialmente acondicionado para evitar alergenos.
- Evitar que el niño saque los peluches a la calle, podrían contaminarse con más alergenos que en casa.
- Elegir peluches de materiales antialérgicos, así el niño será menos propenso a reacciones desfavorables.
- Recuerde que los peluches son muy difíciles de desinfectar y vuelven a adquirir agentes peligrosos en muy poco tiempo, por lo que su limpieza debe ser frecuente.
Así que si éste es el juguete preferido de su chiquito, manténgaselo siempre limpio para evitar cualquier alergia que sea dañina para la salud.