El pintoresco pueblo de Monagrillo se prepara para recibir a los cientos de turistas nacionales y extranjeros que llegan a la tierra del humor para conocer las costumbres de tradiciones que se exponen durante las festividades de San Miguel Arcángel.
"Esta fiesta popular religiosa llama la atención a muchos turistas que buscan conocer las expresiones más autóctonas del lugar", comentó Roberto Delgado, quien señaló que debido a que el número de visitantes ha ido en aumento, ellos le guardan un lugar a los extranjeros que vienen durante estos días.
Informó que el incremento de visitantes de distintos puntos del país y del extranjero llevó a la Junta de Festejos a organizarse para recibir a estas personas que buscan conocer un poco más del pueblo de Monagrillo con el apoyo de personas que conocen la historia del lugar.
Sostuvo que además se habilitó una tarima con capacidad para unas 300 personas dentro de la plaza colonial, donde se realizan las corridas de toros, destinada a los turistas. Indicó que en el aspecto religioso también se contempla a estos visitantes a quienes se les orienta en cuanto a la devoción y tradición que rodea la festividad.
Dijo que aunque la novena y procesión son el punto central de la celebración, las manifestaciones populares complementan muy bien las festividades con los tradiciones tamboritos que inician nueve días antes del 29 que es la fecha del santo patrono y las corridas de toro que se realizan en la plaza colonial.
Relató que estos dos aspectos despiertan el interés de los turistas que desde hace varios años los acompañan en actividades puntuales como el levantamiento de la barrera que los lugareños confeccionan con estacones de madera y cañazas tal como lo hacían en épocas antiguas.
Señaló que la alegría de los tamboritos, los ritmos y tonadas son otras de las expresiones que disfrutan los visitantes que admiran la expresividad de las mujeres que durante años aportan su voz como "cantalante" para animar la fiesta de San Miguel Arcángel en Monagrillo.
Esta fiesta tan peculiar data del año 1910, cuando un hombre del lugar conocido como "El fulo Miguel" decidió celebrar su cumpleaños el 29 de septiembre para repartir una gran cantidad de licor que él mismo fabricaba y que le había quedado.
Tal como lo indica la historia, "El fulo Miguel" invitó a los lugareños a compartir con él esta fiesta tan especial y desde entonces se celebra la parte religiosa y popular en honor al Santo Patrono, cuya imagen fue mandada a confeccionar por este mismo personaje.
Cada año son más los visitantes que llegan hasta Monagrillo para conocer parte de esta historia y celebrar esta festividad en la que las expresiones propias del pueblo y la espontaneidad de su gente son la nota característica.
Los organizadores señalaron que lo que antes era una fiesta que se realizaba al calor de los hogares, en la plaza colonial y en el templo, ahora es el foco de atención de visitantes de distintos lugares que llegan a compartir la alegría propia del "monagrillero", que se manifiesta en las diferentes actividades que se realizan en el marco de esta celebración.