Aunque sus necesidades son muchas, mayores son las obras de caridad que dentro de la humilde comunidad de Monte Carlo en el distrito de Arraiján, a través del Centro Beato Ludovico de Casoria, iniciaron con un comedor comunitario para beneficio de los más necesitados.
Este comedor se inició hace 8 años por la gran necesidad que tenían las familias pobres de esta comunidad, en donde la constante es que existen familias numerosas, a cargo de mujeres solas que batallan por la supervivencia de sus hijos.
Lamentablemente, esta congregación, que atiende en la actualidad a unas 60 personas a las que les facilitan el almuerzo, no cuentan con apoyo del Gobierno, sino solamente de empresas amigas que les facilitan salchichas, carne, pastas, jugos y demás.
Las razones por las cuales no cuentan con apoyo del Gobierno es que cuando hicieron un proyecto que le presentaron al MIDES para reforzar el comedor y abrir un Internet comunitario, les dijeron que no los podían ayudar porque ya estaban en otras provincias.
La madre María Edilma Fuentes, religiosa de la congregación franciscana Elizabetinas, señala que por acuerdo entre las madres de familia, todos los días ellas acuden al centro para cocinar los alimentos y después, cada una llega a buscar su porción y se la lleva a su casa para compartirla en familia.
Sin embargo, mantener esta ayuda a las familias de la comunidad de Monte Carlo no ha sido nada fácil, ya que en los últimos años, la canasta básica ha aumentado, por lo que se ven obligadas a realizar actividades de autogestión que les ayuda a resolver sus necesidades más apremiantes.
Estas limitaciones no han sido impedimento para que las religiosas a cargo del centro sigan adelante, es así como hace 3 años iniciaron el servicio de Internet con 3 computadoras que les vendieron en B/50.00.
A través de estas viejas computadoras se empezó a enseñar a los estudiantes del área a usar las computadoras, ya que se descubrió que muchos no hacían sus tareas por la falta de esta herramienta, pero esto cambió gracias al Internet comunitario que ahora tienen completamente gratis.
Este Internet beneficia a 60 niños de la comunidad que tienen acceso a 12 máquinas, algunas de las cuales fueron donadas por una fundación, que además arreglaron el pequeño salón de informática. También se alquilan a particulares a 0.60 la hora.
Si algo abunda en este centro es la buena voluntad de gente caritativa como el señor Francisco Martínez, que a pesar de sufrir de artritis, le brinda al centro su apoyo con la agricultura que le da productos como yuca, plátano y otros cultivos.
La encuesta realizada en la comunidad reveló que esta necesita de un Preescolar porque los niños de 4 y 5 años no los mandan a la escuela porque está muy lejos.