Muchas personas, que por algún motivo visitan la histórica Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena en la ciudad de Santiago, quedan sorprendidas, y hasta les parece un sueño o cuento de hadas observar el nuevo jardín en la parte frontal de este plantel.
EXTENSION
El jardín abarca casi una hectárea de terreno, sembrada de plantas conocidas como banderas españolas, mirtos, rosas, isoras, guayacanes y otras plantas ornamentales.
Con la restauración de la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, también la parte del jardín tiene un nuevo aspecto que cambia la imagen de este centro de enseñanza, similar a los primeros años de su construcción.
Hasta hace pocos meses existían enormes árboles de pino y mangos que, en vez de embellecer, dañaban la estructura del plantel, según Gilberto Terrero, egresado y morador de la ciudad de Santiago; es como en los primeros años, cuando fue creado este centro formador de educadores.
Los visitantes y lugareños acuden en las tardes a la parte frontal del jardín y desde afuera contemplan las flores que, a pesar de que están recién sembradas, ya empiezan a embellecer el jardín.
La grama cubre cierta parte del inmenso patio y se le ha dejado el espacio suficiente para que las personas puedan caminar entre el jardín, que en pocos meses cambiará cuando las banderas desarrollen los tallos, las isoras robustezcan las flores y los mirtos tengan fuertes sus ramas.
FALTAN DETALLES
El público no puede entrar al jardín, toda vez que aún faltan detalles por terminar en la misma estructura de la Escuela Normal, igual se trabaja en los retoques de esta parte que conforma el jardín.
Educadores de generaciones pasadas sostienen que el lugar está quedando como en los primeros años de vida de la Normal, se está tratando de que no cambie.