PUESTA EN ESCENA
La manzana de la discordia
Aurelio Paredes
Julio Miller, es uno de esos
hombres públicos, por quienes se acostumbra el ser humano a perseguir
en sus diferentes cuevas culturales. Aunque fuí hombre de televisión
por muchos años, quizá nadie ha acumulado los que tuve como
director, productor y actor de televisión; treinta en total. Siento
profunda admiración por ese talentoso hombre-noticia y que hoy, para
fortuna de sus oyentes, cumple una etapa en el eter, en horas tempranas
del día.
El jueves pasado, el Sr. Miller, conversaba con Edwin Cabrera, ese
inteligente y polémico muchacho de la D.C., el Dr. Marco Gandásegui,
computadora humana y la H.R. Midgalia Fuentes de Pineda. Miller había
enlazado en su conversa a este formidable trio, con el tema del CANAL OCHO
EN EL TAPETE. Se hacían supuestas propuestas para la Concesión
de la frecuencia del canal ocho de las Fuerzas Armadas y que debe revertir
a nuestro país en el próximo mes de noviembre. Miller preguntaba
si se adjudicaba a la Empresa Privada, a Instituciones Religiosas o para
Canal Cultural ? No pude creer lo que escuché : "que las empresas
que tenían emisiones culturales no tenían rating" "Que
otros canales culturales se podrían anexar para fortalecer programaciones"
"Que se permitiera una competencia más activa, económicamente
hablando, para autogestión".
Señores, en la misma medida en que acostumbremos al público
a determinado programa o ciclos de series, en esa misma medida tendremos
la audiencia que queremos. Esa inversión en tiempo-espacio es a largo
plazo, ya que no podemos pretender que a los días o meses, ya contemos
con un público cautivo en esas emisiones de tipo cultural. Todo dependerá
de programadores, productores, escritores y ejecutivos que sepan hacer su
trabajo, emitir, vender, programar y proyectar con conocimiento y ciencia
tecnológica adecuada. Allí tenemos en el Cable, un canal que
mantiene una programación basada en Biografías, Historia Bélica,
Grandes Hombres de la Ciencia, Armas de Guerra, Grandes Viajes, programas
con cobertura universal.
Los excelentes "rating" que marcan algunos programas de corte
popular, son porque el vidente no tiene alternativa y se le ha vendido ponderativamente
el ciclo en cuestión. Si somos inconstantes, vacilamos o nos dedicamos
a hacer "pobre televisión" caeremos irremediablemente en
el olvido o el exilio.
Tenemos que tener presupuestos a tono con los tiempos y que compitan
con las grandes cadenas de televisión. Nosotros formamos parte de
ese ejemplo: participamos en una televisión de bajo presupuesto,
pero realizada con cariño y mucho talento. Nos referimos a la Granja
de Canal Cinco. O posee un alto porcentaje en audiencia, la gente común
comenta su trama, se aferra a la docencia del mismo. Se imaginan ustedes
que el tener un elenco de ese color, con un presupuesto cónsono con
el mismo, de seguro ya estaría desplazando cualquier serie extranjera.
Tenemos que tener cariño y defender lo nuestro, pero no románticamente
sino con realidades concretas, sólo así nos evitaríamos
una discusión sobre la CONCESION DE UN CANAL, DONDE DEFINITIVAMENTE
DEBE SER DEL ESTADO y manejado por verdaderos profesionales.
PENONOME ACTORAL
La semana pasada realizamos un taller actoral en Penonomé, Escuela
de Bellas Artes, sobre la metodología primaria en la actuación.
Allí estuvieron jóvenes de la Aldea SOS y de distintas agrupaciones.
De 12 a 15 años, la edad ideal para que asimilen las técnicas
modernas de actuación se discutieron en estos tres días donde
la Dirección Regional de Coclé, a cargo del profesor Alberto
Huete colaboró con la Dirección de Bellas Artes y su secretaría
Ana Eva Aguilar. Las jóvenes participantes fueron : Guadalupe del
C. Castro, Orlinda Vega, Karilin Montenegro, Patricia Gómez, Balkis
Medina, Katherine Villarreal, Yaritza Coronado, Ana Delia Gudiño,
Mariela Simpson, Katherine Simpson, Esthepenie Simpson, Luz Valdés,
Ana Nieto, Blanca Vega.
Desde el 23 de este mes estaremos en Atalaya, Montijo, La Mesa, Rio
de Jesús en asesoría para la CRUCIFIXION y su drama bíblico
en preparación.
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Los excelentes "rating" que marcan algunos programas de corte
popular, son porque el vidente no tiene alternativa y se le ha vendido ponderativamente
el ciclo en cuestión. Si somos inconstantes, vacilamos o nos dedicamos
a hacer "pobre televisión" caeremos irremediablemente en
el olvido o el exilio. |
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