Seis son los candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales rusas del 14 de marzo, después de la retirada el viernes del opositor Ivan Rybkin, apoyado por el millonario en exilio Boris Berezovski, pero este escrutinio parece más bien un plebiscito sobre Vladimir Putin que una verdadera elección presidencial.
Sin embargo y pese a todo, los comicios no carecen de importancia ya que el Kremlin quiere legitimar mediante una votación masiva a su favor el segundo mandato del presidente Putin, un ex agente secreto que era prácticamente un completo desconocido cuando el entonces mandatario Boris Yeltsin lo presentó como su delfín.
Lo que más teme el Estado mayor del "candidato N 1" es la abstención muy superior al 50% necesario.