domingo 7 de marzo de 2004

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

EL PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

nacional

política

opinión

economía

consumidor

el pueblo habla

relatos y reportajes

la voz del interior

deportes

el mundo

viva

en la cocina

consultorio m�dico

sociales

sucesos


ediciones anteriores

buscador de noticias

clasificados EPASA

otros sitios de interés


  COMUNIDAD


Con hielo, sirope y leche condensada
A este puesto llegan personalidades muy importantes en busca de un raspao o malteada. Los amantes de los sabores naturales además que los precios son accesibles.

Noryssabeth Aguilar | Crítica en Línea

En la vida no todo es como uno lo sueña y el trabajo que uno busca termina siendo el menos imaginado. Don Modesto Díaz Quezada está plenamente convencido de esta realidad, pues en sus 49 años de vender raspao le ha dado todo el amor y el tiempo del mundo como si trabajara en una oficina, nos comenta.

"Cuando llegue a la que hoy es mi casa en la Pesa 1, de la Chorrera, mi gran afán por trabajar me hizo tomar un machete para ganarme 75 centavos el día, no comenta este humilde trabajador". En aquel entonces eso era una fuerte suma de dinero porque la vida era más barata.

Pero cuando los hijo llegan los padres siempre le quieren dar mayores cosas y es por eso que desde 1955 se ha dedicado a la venta de raspao , en la esquina de Gobernación, en la Avenida Perú, "El maestro" como le llaman a don Modesto nos revela que el secreto para un buen negocio y atraer a los clientes es saber hacer lo que uno hace y dedicarle amor, tiempo y buen trato a los clientes, pues con esto logrará atraerlos más.

Al principio el raspao costaba 5 centavos y las ganancias apenas llegaban a los 8 o 10 dólares diarios.

De los 12 hijos que tiene Modesto, tres se dedican a la venta de raspao en la calle, por lo que asegura es una manera digna y honrada de ganarse la vida y aún cuando hay tiempos malos , todo se puede lograr con Fé y confianza.

"Por más humilde que sea el trabajo que uno haga en la vida y aunque lo que uno haga no sea el puesto que uno buscaba, a lo que uno hace le debe dar dedicación y amor pues en estos tiempos uno debe apreciar lo que le ofrece y lo que se tiene."

Todos los días desde las 8 de la mañana, hasta las 4 de la tarde, este señor de 69 años, se para a las cuatro de la mañana para llegar a las 5 am a la capital y comprar todo el material para la venta del día, y nos comenta que el estar trabajando no lo hace sentirse una carga para nadie y que a sus clientes siempre les da el mejor trato.

"A la juventud, les digo que aprendan a vivir con calma y que gocen todas las etapas de la vida pues si Dios viera querido que fuera distinto nos hace adultos desde un principio".

Don Modesto confiesa que su secreto "es saber tratar con amor y respeto y hacer de la más alta calidad el producto que uno vende". Con esta reflexión "El maestro" continúa la venta de sus ya populares raspaos naturales.

 

    TITULARES

Borrachos se orinan en iglesias

Inspeccionan piscinas cochinas

 

linea
linea gris
 

   Copyright © 1995-2004, Crítica en Línea-EPASA 
Todos los Derechos Reservados