La desaparición de una hija es una huella que ninguna madre puede borrar de su corazón. Vilma Cobas desde hace un año. Su hija Patricia Esperanza Herrera Coba, quien cumplirá en enero próximo 17 años, desapareció rumbo a la escuela.
El 13 de octubre del 2004 es una fecha trágica para Vilma. Ese día recibió el último beso de su hija al salir de casa rumbo a la escuela y en sus oídos aún resuena su voz gritando: "Hasta luego, mamá".
A la angustia siguieron las denuncias ante la PTJ de La Chorrera y la DIIP.
Investigaron varias casas de la barriada, que eran frecuentadas por Patricia, sin ningún resultado. Los docentes de la escuela en donde estudiaba indicaron que ese día no acudió a clases. Las investigaciones no abarcaron a los conductores de "chivas" de ese día.
Las averiguaciones se extendieron hasta el corregimiento de Puerto Caimito y Altos de San Francisco, sin ningún resultado.
Según Vilma, la PTJ de La Chorrera no puso empeño en la búsqueda de su hija.
Como madre está segura del amor de su hija hacia ella.