Está para cualquiera, tal como una eliminatoria mundialista. Dos concesiones y cuatro competidores. Así se definió ayer la entrega de solicitudes de precalificación para optar por las dos bandas para ofrecer telefonía celular en territorio panameño.
La sorpresa de ayer no fueron los competidores, sino la cantidad de compañías que participaron. Sólo cuatro empresas entregaron la documentación y pasaron el visto bueno inicial para ser revisados con lupa por la Comisión Evaluadora de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos.
En orden -según la marcación del reloj- las empresas las empresas Digicel Panamá S.A., Telemóvil El Salvador S.A., Claro Panamá S.A. y Wirefree Services Panamá S.A. formalizaron su interés de competir.
Este acto, calificado como transparente por las empresas participantes, entra en las historia de las telecomunicaciones, luego de 10 años de apertura y el fin de la exclusividad de los actuales operadores.
No es un secreto que el multimillonario Carlos Slim, con la empresa registrada como Claro Panamá desea entrar al negocio de la telefonía celular en Panamá. Lo mismo ha ratificado el grupo Digicel que viene de ganar una de las bandas en competencia en Honduras, ofreciendo más de $80 millones, cuando la cifra base no superaba los $15 millones.
La pregunta del millón es ¿cuál será la ganancia de esta licitación en términos económicos? Expertos calculan que entre ambas compañías la cifra debe superar el cuarto de millón de dólares o aún más, debido a que el precio base es de aproximadamente 45 millones.
El pueblo panameño debe guardas tranquilidad del proceso, porque se da por descontado la transparencia del proceso organizado por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos.