Para una familia bocatoreña, Santa Claus es un "desconocido" porque nunca tocó sus puertas para llevarles un poco de alegría, y la vida de estas humildes personas es muy dura, desde que uno de sus hijos se enfermó de los riñones.
Faltando pocos días para la celebración de la Navidad, encontramos al señor Carlos Rodríguez con el corazón en la mano, debido a la angustia que lo consume por no tener dinero para volver a su casa en Santa Catalina, una remota comunidad campesina en Bocas del Toro.
"Necesitamos la ayuda de alguna institución que nos coopere con los pasajes para viajar, cuyo costo es de 40 dólares de ida y vuelta. Ya no sé qué hacer para sobrellevar esta situación", dijo abrumado por la pesadumbre, mientras camina por las inmediaciones del Hospital del Niño, en cuyos alrededores pasean algunas enfermeras con el gorrito de "Santa".
CAMA 33 DEL CUARTO PISO
Según el adolorido padre de familia, a veces no tienen ni para comer, porque lo poco que consiguen con la actividad agrícola se les va en medicamentos y pasaje para hacer el largo viaje desde Santa Catalina hasta la ciudad de Panamá, de ida y vuelta, para estar un rato con su hijo.
El joven Daniel Rodríguez se encuentra postrado en la cama 33 del cuarto piso, del referido centro hospitalario, donde es sometido al proceso de hemodiálisis, tres veces por semana, para limpiar su sangre.
BUENOS SAMARITANOS
Esta humilde familia no tiene parientes en la capital, por eso, tienen que quedarse a dormir en la sala de espera del hospital. A veces, cuentan con la ayuda de algunos "buenos samaritanos", lo que les permite quedarse temporalmente al lado de su hijo.
"No hemos perdido la fe, consideramos que esta es una prueba de Dios, creo que en algún momento vamos a tener ayuda de alguna institución para enfrentar este problema de salud que golpea tan duramente a mi familia", expresó con el semblante triste.
El padre dijo que lo único que desea es que por lo menos esta Navidad, su hijo pueda estar a lado de su madre, pero eso depende de los pasajes, que lamentablemente ahora no tienen.
Las personas o instituciones que quieran dar un regalo de Navidad a la familia Rodríguez pueden contactarse con ellos a partir de las 4:30 de la tarde, a la hora de visita, en la cama 33 del cuarto piso del Hospital del Niño.