La Navidad es una mala época para cuidar la figura. Los turrones, las comidas, el vino y las reuniones familiares pasarán factura a sus cuadritos.
Algunos expertos calculan que de cien, uno, engordará tres kilos por culpa de los excesos navideños. Y la prueba de fuego llegará el 7 de enero, cuando al ponerse los jeans descubran que la cremallera no cierra o que han pasado a un agujero más del cinturón.
Para que se hagan una idea, en cada comida de estas fiestas pueden ingerir de 2.000 a 3.000 kilocalorías, lo que equivale a dos días de dieta normal. Por eso, lo más recomendable es compensar los excesos de estas fechas con un aumento en la actividad física y con un seguimiento nutricional correcto.
En este sentido, es importante evitar las grasas procedentes de la carne, sustituyéndolas por pescado, preferentemente asado al horno o a la plancha.
También es recomendable comer frutas, verduras, alimentos integrales y legumbres, porque tienen un alto contenido en fibra, que ayuda a no absorber parte de la grasa y el colesterol que se consume en la comida.
No se debe llegar a la mesa con demasiado apetito para evitar atarugos. Es mejor hacer comidas intermedias (pero no picotear) a media mañana y en la merienda.
Durante la comida navideña, donde el menú es amplio, sírvete una pequeña cantidad de cada plato. Probarás todo pero sin llenarte en exceso.
La Navidad también es una época en la que aumenta el consumo de alcohol.. ¿quién no se toma una copita de vino para brindar?, pero tampoco te pases porque sus calorías acaban transformándose en grasa y acumulándose en alguna parte de tu cuerpo sin avisar.
MARISCOS, LO IDEAL
Algunos de los consejos para que no consumas en exceso son: a la hora de elaborar el menú navideño es importante evitar consumir pasta o arroces porque son alimentos muy energéticos que el cuerpo no tiene tiempo para metabolizar. También es preferible no utilizar mantequillas para cocinar y sustituirlas por aceite de oliva que nos aportará ácidos grasos esenciales frente a las grasas saturadas de la mayoría de mantequillas.
Es aconsejable cambiar las salsas y hojaldres que tradicionalmente ponemos de aperitivo por mariscos, embutidos magros o verduras. Además si se evitan los fritos, se ahorrarán muchas calorías, ya que el producto frito absorbe una elevada cantidad de grasa. En este sentido, se pueden sustituir las papas fritas por asadas o hervidas, y evitar las salsas que utilizan ingredientes con alto valor calórico (como la nata, la mantequilla y el queso) para no añadir más calorías al cuerpo.
En el postre, se recomienda que siempre utilices mejor el chocolate negro que los clásicos dulces navideños. Y si no puedes resistirte a las calorías, por lo menos, evita el sedentarismo. A cualquier intento de dieta equilibrada debes acompañarla con una mínima actividad física.
A este paseo se le pueden añadir otros pequeños esfuerzos como bajarse del autobús una parada antes del destino, subir escaleras o caminar un poco cada hora en el trabajo en vez de pasar todo el día sentado.