La Academia de Policía Presidente Belisario Porras, conocida por sus siglas como la Acapol, en sus 19 años de creación ha formado 48 promociones de agentes de la Policía Nacional, que representa un pie de fuerza de 13 mil 500 unidades, altamente calificadas en materia de la seguridad ciudadana.
José Euclides Noriega Gómez es uno de ellos, es el aspirante que obtuvo el mayor índice académico en la promoción 48, de la que el pasado 20 de noviembre egresaron 345 nuevos agentes, que ya están participando en los operativos de prevención y represión del delito en las áreas urbanas del país.
Este joven de 24 años, oriundo de Ocú en Herrera, realizaba labores como agricultor antes de decidirse a ser policía, y, hoy, puede dar testimonio de las recompensas que se reciben al destacarse en esta tarea, cuya misión es la de servir y proteger a la ciudadanía.
El nuevo policía comentó con orgullo propio que transmitía a su familia, la satisfacción que representaba el haber recibido una placa de reconocimiento por parte del propio presidente de la República, Ricardo Martinelli.
Para el mandatario, la decisión de haber hecho este evento en Ancón, y no en la Acapol, como es la tradición, fue con el propósito de lograr una mayor participación de la ciudadanía, especialmente de los familiares de cada graduando.
Es ese, precisamente, el momento más emotivo de estas graduaciones, cuando al finalizar el acto se da el encuentro entre los nuevos agentes y sus seres queridos, situación que no fue la excepción para esta cuadragésima octava graduación de la Policía Nacional.
Así observamos al agente Noriega Gómez, quien caminaba ansioso entre la muchedumbre, en busca de sus seres queridos, quienes habían venido de tan lejos para ver a este joven que les regalaba una celebración por partida doble: primero por graduarse como nuevo agente de la Policía Nacional y segundo por la forma tan distinguida como lo hizo, al representar a los 345 compañeros de su promoción por el más alto desempeño alcanzado en los siete meses de formación en la Academia.
"El 6 de abril emprendimos una nueva meta en nuestra vidas con el deseo de pertenecer a la institución encargada de garantizar la paz y la seguridad dentro de nuestra sociedad", así inició el agente Noriega su discurso. Además, aprovechó para dirigirse a sus propios compañeros y los emplazó a seguir luchando por sus metas, pese a las adversidades que se puedan enfrentar en el largo camino del ejercicio de su profesión.
"No olvidemos el significado de los valores de lealtad, humildad, confianza y el deseo de servir a nuestro país; no olvidemos que el pilar de nuestro carrera es nuestra familia, somos forjadores de nuestro propio destino y nunca permitan que nuestra imagen y la de nuestra institución se vea empañada por situaciones deshonrosas", reafirmó el distinguido graduando.
Además, expresó una frase lapidaria que muy bien puede servir de ejemplo para las actuales y futuras generaciones de hombres y mujeres de uniforme "ser policía es un honor que cuesta" y así culminó su discurso