Los colonenses que vivieron la funesta invasión norteamericana el 20 de diciembre de 1989, repudiaron la intervención militar yanki con sus propios actos de recordación.
Con entierro de cruces negras y banderas de Panamá sobre ellas, el grupo de colonenses enviaron su mensaje de rechazo a lo actuado por las tropas norteamericanas que dejaron muchos muertos que todavía son incontables.
Rosa Góndola, una de las mujeres que ese día cuando un misil cayó en su apartamento ubicado en el piso 15.
Ese día junto a sus hijos tuvo que buscar la forma de protegerlos porque el edificio era atacado por helicópteros que sobrevolaban el lugar para bombardearlo.
Góndola dijo que ningún panameño puede considerar la invasión norteamericana como una misión buena, porque hubo muchas injusticias y muertos.
El grupo de colonenses, entre ellos Edgardo Voitier de la FENASEP, señaló que un panameño consciente de los hechos del 20 de diciembre, sabe que no debieron atacar a los civiles panameños que solo buscaban la forma de protegerse.
La vigilia del grupo duró toda la noche del 19 hasta la madrugada del 20 de diciembre.