Muchos panameños veían que tendrían una negras navidades por culpa de la dictadura militar panameña, que duró veintiún años haciendo lo que le daba la gana.Aunque días antes circularon por el país rumores de que estaba cerca la invasión, no se pensó que ocurriría a pocos días de las navidades, hace ya dieciocho años.
Tuvieron que morir centenares de panameños humildes por culpa de unos cuantos militares corruptos, quienes huyeron ante la presencia de los soldados norteamericanos.
En la actualidad hay en el gobierno personajes que se beneficiaron con la dictadura en el poder, gracias a que este pueblo le dio el voto en dos elecciones al PRD, partido de los militares.
Se puede decir que quienes más se han beneficiado con la Democracia que trajeron los fusiles de Estados Unidos han sido los que apoyaron como "brazo político" los desmanes de los dictadores Torrijos (padre) y Noriega.
Varias lecciones surgen de este período doloroso. La primera es que los militares se encaramaron en el poder, por el fracaso de la llamada clase política panameña.
La corrupción y desorden que permitieron los civiles en el gobierno, abrió la puerta al monstruo uniformado. Recuerdo que una de sus excusas fue que habría orden, seguridad y limpieza.
Fue esa decepción en los politiqueros de la llamada "patria boba", lo que incluso causó alivio en muchos panameños luego del golpe.
Como segunda lección está que fue falso que los militares hicieron un mejor gobierno que los politiqueros. Los militares fueron más corruptos y asesinos, que todos los anteriores gobiernos civiles.
Y lo que es peor, es que no se conformaron con "desaparecer" a más de cien patriotas, robar el Estado, sino que se apropiaron indebidamente de editoras de periódicos como la el Panamá América.
Pensaban que robándose los periódicos manipularían a la opinión pública, para que aplaudiera sus barbaridades.
Otra lección fue que ¡un pueblo unido jamás será vencido! Lo malo ocurrió luego de la invasión (liberación), cuando cada partido volvió a actuar como antes del golpe, velando sólo por sus intereses.
Cuando los Civilistas peleábamos con pañuelos blancos y pailas en las calles, hombro con hombro y sin pensar en partidos, los militares temblaban.
Ahora en Democracia es lástima el espectáculo de una oposición dividida, peleándose quién va ser candidato presidencial. Esto la da fuerza al partido que salió de las entrañas de la dictadura miliares narcotraficante.
Después no lloren porque siga en el poder el PRD...
