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Pedro Miguel González calificó como inconstitucional el convenio administrativo Salas-Becker, que en síntesis permite a estadounidenses abordar naves con bandera panameña e incluso en aguas territoriales nacionales. (Foto: Jorge Silot / EPASA)
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El presidente de la Asamblea Nacional, Pedro Miguel González, retomó ayer el discurso nacionalista contra lo que denominó violaciones a la soberanía nacional por parte del gobierno de Estados Unidos.
En el marco de la aprobación de una resolución por los 60 años del rechazo de los Tratados Filós-Hines, que pretendía permitir que Estados Unidos siguiera utilizando 136 sitios y bases militares en Panamá. Entre otras cosas, autorizaba el alquiler de la base de Río Hato por $10,750 anuales y la isla de San José por $15,000.
El gobierno de Enrique A. Jiménez reprimió las protestas que dejó como saldo heridos y detenidos, pero la presión popular obligó a la Asamblea Nacional a rechazar el 12 de diciembre el convenio suscrito por Francisco Filós, quien se desempeñaba como ministro de Gobierno y Canciller Interino y el embajador norteamericano Frank T. Hines.
En su discurso, Pedro Miguel González cuestionó a las autoridades nacionales encargadas de la política exterior en el país, por haber abandonado a su suerte a siete marinos panameños capturados en la nave de bandera panameña Gatún Express, hace algunos meses y acusados de narcotráfico.
Indicó que de forma arbitraria y violatoria a la soberanía, Estados Unidos literalmente secuestró a estos panameños hasta suelo estadounidense para condenarlos según sus leyes.
Pisotearon nuestra Constitución y con pesar, reconozco que el Estado panameño no ha hecho nada para hacer respetar nuestra soberanía, expresó.
González anunció el respaldo del Órgano Legislativo a las gestiones legales y económicas que adelanta el diputado panameñista Luis Barría, por lograr que los marinos sean repatriados y juzgados en Panamá.
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