Los tribunales panameños fijaron para el 31 de enero del 2006, la audiencia contra los colombianos John Brayan Buitrago y Gregorio Paternina, acusados de asesinar a dos marinos hondureños.
El juicio debe realizarse en la provincia de Chiriquí, adelantó una fuente forense.
Estos elementos serán defendidos por los juristas Froilán Hormechea y José Ramiro Fonseca Palacios, respectivamente.
Buitrago y Paternina, enfrentan un proceso penal por su supuesta participación en el crimen de los marinos Carlos López y Juan Fonseca, tripulantes de la embarcación "Sucry O", cargos negados por los procesados.
López y Fonseca, formaban parte de esa embarcación, cuyos tripulantes efectuaban operaciones de narcotráfico bajo la fachada de dedicarse a actividades relacionadas con el transporte marítimo de carga, especialmente mercadería seca y combustible.
Pero aquí no termina esta terrible historia de miedo y terror, pues el 3 de marzo del presente año se logra capturar al ciudadano hondureño Domingo Pineda Quintanilla, en operativo realizado en el sector Paso Canoa, Chiriquí, quien luego de ser interrogado por las unidades policiales manifestó que "él era tripulante de la embarcación Sucry O y se había enterado de que dos de sus amigos habían sido encontrados decapitados".
Tras ampliar sus declaraciones, Pineda Quintanilla manifestó que formaba parte de la tripulación de la embarción Sucry O, al igual que los ciudadanos Carlos López- q.e.p.d., Juan Fonseca- q.e.p.d, Gabriel Andreve, César García y José Sánchez, entre otros, y que para la fecha del 1 de febrero del año en curso realizaron un viaje a Puerto Morelos, Méjico, que durante ese viaje fueron abordados por una lancha ràpida la cual descargó en la embarcación "Sucry O2 cierta cantidad de sustancias ilícitas.
Para colmo, los narcóticos deberían ser entregados en Méjico, que al llegar a Puerto Morelos, "no pudieron hacer entrega de la droga debido a que las personas en recibir la mercancía no se encontraban preparadas".
De acuerdo con una pericia realizada por el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos, cuyo informe les fue remitido el 6 de abril, las cuales indican que las muestras "que fueron levantadas por miembros de la Policía Nacional, el día 16 de marzo en diferentes partes del barco, incluyendo la parte frontal de la nave, lugar este que según lo declarado por Pineda Quintanilla se había depositado los sacos contenidos de los paquetes con las sustancias ilícita y dieron resultado positiva para la presencia de iones con cocaína", reveló un informe oficial.
Por tal razón, los dos marineros terminaron secuestrados y decapitados, y sus cuerpos sin vida encontrados en Paso Canoa, en clara señal de que con los narcos no se juega.