No sólo las Tierras Altas de Boquete y Cerro Punta brindan lugares exóticos y paradisiacos para apreciar la belleza natural que proporcionan los bosques primarios y secundarios que cercan las fincas cafetaleras de algunos productores.
El agradable clima se junta con la fresca brisa que corre a lo largo del bosque que se encuentra con las montañas costarricenses para deleitar a los pocos visitantes que disfrutan al observar las plantaciones de café que proveen la calidad del grano panameño.
A pesar que estas tierras no son explotadas turísticamente, sólo en la producción del café se prestan para el turismo ecológico y para la exploración de las montañas donde se encuentran animales silvestres que están en peligro de extinción.
Cabe destacar, que la familia Hartman en Renacimiento, cuenta la existencia de unas cuevas naturales que se encuentran en medio de las montañas donde cualquier persona puede entrar de pie.
La historia de nuestro país registra que el 13 de octubre de 1968, se llevó a cabo un enfrentamiento entre civiles y militares en el Primer Ciclo de Volcán en horas de la noche. Al amanecer, las escuelas, el comercio, el turismo y la agricultura, se paralizaron.
HABITAT ECOLOGICO
En las montañas que ahora albergan la Quijada del Diablo se encuentran las cuevas donde los guerrilleros se escondieron de los militares, ya que muchas mujeres fueron violadas, los pobladores de las comunidades aledañas ultrajados y se cometieron un sinnúmero de fechorías.
Estas montañas, a pesar de guardar un hábitat ecológico y un paraíso natural, siguen siendo una de las tierras más fértiles de la provincia de Chiriquí.