La temporada de ciclones del Atlántico del año 2010 finaliza oficialmente, tras ofrecer una tregua a Cuba por segundo año consecutivo, solo afectada por la escaramuza de la tormenta "Paula" y el leve roce de "Tomás", el último huracán de la etapa, que dejó abundantes lluvias en el oriente de la Isla.
Desde el 1 de junio pasado, muchos cubanos han estado en vilo y temerosos ante el pronóstico de una temporada "muy activa" y con el recuerdo aún fresco del episodio devastador vivido a causa de los tres huracanes que azotaron la isla en 2008.
De hecho, la previsión se cumplió con el registro de doce ciclones, de los cuales cuatro registraron categoría cuatro en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, que arrojaron vientos superiores a los 210 kilómetros por hora, y además 19 tormentas.