En momentos en que el país se acerca a un año preelectoral, el gobierno se prepara para gastar enormes sumas de dinero para intentar atenuar -a última- un problema que aseguró controlaría en 2004, cuando se emitió las tres tristemente célebres promesas de campaña "Más empleo, más seguridad, cero corrupción".
El tema de la seguridad ciudadana no sólo se percibe como uno que no ha mejorado, sino que ha retrocedido sustancialmente en los últimos tres años.
En el presupuesto general del Estado para el 2008, la administración Torrijos asignará 299 millones de balboas a los entes de seguridad, y se gastará, según las estimaciones, 819 mil balboas al día en reforzar la seguridad.
De inmediato nos vienen recuerdos de los últimos días del gobierno de Mireya Moscoso. Eran los días de la "Mano Dura", con sus operativos constantes en zonas rojas y retenes nocturnos en las principales vías de la ciudad. Lamentablemente para los arnulfistas, este esfuerzo de último minuto no tuvo el efecto electoral que hubieran esperado.
Ahora, el PRD enfrenta la misma coyuntura: un gobierno azotado por la opinión pública en cuanto a la inseguridad, se prepara para arreciar improvisadamente contra el hampa y el crimen organizado, justo a tiempo para subir puntos en las encuestas de opinión.
El detalle es que la promesa de "Más seguridad" data de hace ya cuatro años, y para la mayoría de los panameños, la confianza en que las autoridades se encargarán responsablemente de este problema ya caducó.