La selección sub-23 de Panamá que enfrentará el próximo viernes 30 de noviembre a la representación de Costa Rica será muy diferente a la que perdió 1-3 en el amistoso jugado el pasado mes de octubre en tierras "ticas".
"Fue muy diferente. Yo estuve anoche repasando ese juego. De ahí para acá hemos mejorado muchísimo, hemos cambiado funciones y puestos de jugadores, y creo que eso, como terminamos jugando contra Honduras es la esperanza que tenemos. En estos cortos días hay que volver a enchufar a los muchachos", expresó Guimaraes al término de los entrenamientos en la mañana de ayer en el Estadio Bernardo "Candela" Gil de San Miguelito.
El estratega brasileño nacionalizado costarricense evitó anticiparse a los acontecimientos y dijo que en esta semana lo importante será hacer valer lo que se ha hecho bien hasta ahora.
Manifestó que para evitar malas interpretaciones se ha abstenido de hablar sobre el partido con su hijo Celso Borges, que es integrante de la selección rival y sólo espera verlo acá.
Finalmente, se mostró complacido por tener a todos los jugadores llamados a disposición.