Cuando la justicia le cae a una persona, las reacciones son impredecibles.
En esta ocasión el peso de la ley cayó sobre Heraclio Bustamente Romero, de 33 años, quien fue condenado por el delito de hurto.
Cuando conoció la condena, Bustamante, quedó sorprendido, pero más sorprendidos quedaron los presentes que se encontraban alrededor del condenado.
Según los informes, a Bustamante se le vino el mundo encima -por así decirlo- cuando le informaron que tendría que pasar 36 meses en la prisión.
En cuestión de segundos, Bustamante, sufrió un ataque epiléptico, lo que originó un clima de incertidumbre y desesperación en la Corte Suprema de Justicia, en Ancón.
Bustamante fue socorrido por los testigos del incidente y tuvo que ser trasladado, en un patrulla de la Policía Nacional, a la sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás. Hasta el cierre de esta edición, Bustamante aún permanecía recluido en el nosocomio.
El suceso se dio al medio día de ayer, lunes y el condenado se percatará de la veracidad de lo que dice Juvenal: "El castigo más importante del culpable; es nunca ser absuelto en el tribunal de su propia conciencia".