Visiblemente afectados y muy nerviosos se entregaron en la Defensoría del Pueblo, Próspero Ortega, conductor del bus 8B-06 de la ruta Mano de Piedra Corredor, y su hermano Ariel Ortega, propietario del bus incendiado el pasado 23 de octubre.
Ambos llegaron a bordo de un bus de la ruta Veranillo, donde era apoyados por un grupo de transportistas y por el pastor evangélico Edwin Alvarez.
Su entrega se produjo a casi un mes del lamentable hecho, donde murieron calcinados 18 personas.
Ellos eran buscados por la Policía y aseguran que no se habían entregado porque sentían que no existían garantías para que se les respetaran sus derechos.
Momentos antes de la entrega, la fiscal Primera de Circuito, Zuleyca Moore, informó que no se esta solamente frente a la figura de un homicidio culposo y que las investigaciones pueden llevar a otra figuras delictivas porque peligró el bien común.
Existen antecedentes de que el bus 8B-06, había confrontado problemas desde el año 2000.
"Es que no se trata de un simple accidente de tránsito porque no solamente estuvieron en peligro los que estaban dentro del bus, sino todos los que estaban alrededor, las personas que caminaban y los vehículo que transitaban por el área donde se produjo el incendio y esto puede llevar un pena de 6 años de prisión", sostuvo la fiscal.
Hasta el momento han presentado declaraciones en la Fiscalía, tres sobrevivientes de la tragedia y dos familiares de las víctimas que fallecieron ese día.
Sin embargo, es necesario que las 28 personas que sobrevivieron a la tragedia acudan y rindan declaraciones, pero "a su debido tiempo, porque esta situación fue traumática y en la mayoría de los casos, el médico psiquiatra me tiene que decir si ellos pueden o no afrontar una declaración", agregó Moore.
En una entrevista a TVN, el propietario del bus Ariel Ortega, mostró copias de las facturas de los talleres donde le dieron mantenimiento durante todos estos años y aseguró que desde que le entregaron el bus confrontó problemas.
"Yo compre un carro, a través del Banco Nacional de Panamá y desde el primer día presentó problemas con el sistema del aire acondicionado, luego con la transmisión, con el sistema de embrague y hasta con el diferencial. Mandé una carta al banco presentado mi inconformidad y no hicieron nada", sostuvo el propietario del bus.
