¿Quién dijo que todas las locuras que se hacen los artistas para llamar la atención deben imitarse? Díganme dónde dice eso. La verdad es que en este país cuando alguien comienza la vaina, no hay quien suelte el relajo.
¿Se acuerdan cuando estaba de moda tener una colita en la parte de atrás de la cabellera de los chicos que teñían con agua oxigenada? El que la tenía más larga era el más guapo. Eso ya pasó, pero ahora el asunto es con los benditos aretes, una prenda propia de las mujeres para resaltar su belleza. Es un accesorio que hace juego con el collar y/o hasta con el reloj de la dama, pero ¿qué tiene que hacer un arete en la oreja de un hombre? ¡Nada...! Realmente esos diminutos accesorios no tienen que hacer nada allí, pero hay artistas internacionales y locales que los usan, por eso los demás dirán que hay que colocárselos allí para "pifiar" a las "chichis".
Si usted es joven, seguramente dirá: Ah, pero el que escribe este texto de seguro es un amargado o un viejo rabioso. No hermano, no piense así. Lo que nos preocupa es que la doble moral que de seguro practicarás cuando preñes a una mujer, nazca un niño varón y después éste quiera hacer lo mismo que hiciste tu cuando sea adolecente y dirás: ¡Eso es de ñaños! Ah, pero no lo pensaste cuando eras tú el que lo usaba.
Nada puede impedir que su hijo fume si ve a su padre fumar todo el tiempo. Algo similar ocurre con el bendito arete que llevaste puesto por años y que supuestamente te hizo levantar chicas.
Los jóvenes deben entener que la moda siempre será más pasajera que la estrella fugaz. Esto lo deben comprender aquellas chicas que andan colocándose tatuajes arriba de sus pompis. ¿Se imaginan a una vieja de 80 años con esa vaina?
Si usted lleva un arete o piensa ponerse uno, medite lo que le hemos dicho. La decisión al final de la historia es suya y después no diga que nadie le dio ningún consejo.