El Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, restó importancia a las protestas convocadas para esta semana por sus opositores, que consideró parte de un plan que busca el fracaso de la Asamblea Constituyente y convocó a los movimientos sociales a defenderla.
El portavoz de la Presidencia, Alex Contreras, dijo al canal de televisión estatal que ésta no será una semana conflictiva o decisiva, como anuncian algunos medios.
Líderes regionales y partidos de oposición han anunciado protestas diversas en contra de varias políticas sociales de Morales.